jueves, 24 de julio de 2014

Motorola Moto G: Primeras impresiones

Como estudiante de ingeniería, me encantan los cacharros tecnológicos. Y no puedo evitar compartir con vosotros cuáles son mis primeras impresiones sobre mi nuevo móvil.

Como dato, hasta ahora tenía un Samsung Galaxy Mini, de modo que el cambio es considerable.

De modo que... ¡empezamos!

 

Moto G

ESPECIFICACIONES: 
Fabricante: Motorola 
Sistema Operativo: Android 4.4.2 (KitKat) 
Procesador: 1,2 GHz de cuatro núcleos 
Memoria interna: 8 y 16 GB (el mío es el de 8 - 5,1 acesibles para el usuario) 
Memoria RAM: 1 GB 
Pantalla: 4,5'' HD 
Cámaras: trasera de 5 Mpx y delantera se 1,3 Mpx
Y mucho más...
PRIMERAS IMPRESIONES:
El móvil viene en unca caja pequeña, con un protector de pantalla con el logo del fabricante grabado, un cable de datos y guías de puesta en marcha.

Estéticamente, es como todos los smartphones modernos, rectangular, pantalla grande y botones digitales. Hay que decir que es un peín máas grueso que la media.

Nada más abrir la tapa trasera, que no es nada difícil, me encontré con una pequeña dificultad. No usa una targeta SIM normal, sino una Micro SIM, de modo que me tocó volver a la tienda a que me dieran una Micro. Dolor...

Una vez solucionado el problemilla con la targeta, tocó encenderlo. Y a partir de ahí ya empieza el calvario de la configuración. Que si mete cuenta de Gmail, que si conectate a una red wifi si quieres/puedes, que si configura Google Wallet... Se nota que Motorola desarrolló este dispositivo de la manita de Google, porque están instaladas de serie tooodas las aplicaciones Google (menos Blogger, que por lo que tengo entendido es bastante mala). Pasado eso, por fin, llegas al escritorio, que te da algunas indicaciones más. Y ya puedes trastear a gusto. ¡Bieeen!

Lo primero que hice fue quitar todos los soniditos y vibraciones al pulsar la pantalla. Habrá gente a la que le guste, pero yo los odio y siempre es lo primero que hago cuando tengo un móvil en estado de fábrica. Y tengo que decir que esta es la vez que más fácil me ha resultado. El menú de Ajustes está a prueba de tontos y eso está genial.

Acto seguido probé la cámara trasera. La interfaz es amigable con el usuario y fácil de usar. La probé en interior y no con demarsiada luz y parece ir bien. Ya iré haciando más pruebas en distintos entornos y en distintas circunstancias y ya contaré.

 Por supuesto, también probé que llamara y que recibiera llamadas. De hecho, esto es realmente lo primero que probé y después ya me metí con los ajustes. Cuando te llaman, el tono de llamada se oye bien y cuando llamé yo hizo la conexión enseguida. No puedo decir realmente que tal suena el interlocutor cuando llamas porque estaba en casa, y llamé a casa, y hacía eco.

Y ahora sí, llegó la hora de la verdad. Las aplicaciones. No le di prioridad a instalar WhatsApp, de hacho aún no lo he hecho, pero da igual. La velocidad de descarga depende de la conexión que tengas, pero la instalación es super rápida. 

Como ya he dicho, de base vienen casi todas las apps de Google y algunas, si no estas dispuesto a pagar, son más bien inútiles (ejem, Play Books y Play Movies, ejem) de modo que si se pueden quitar mejor. Como vienen de fábrica, eso de desinstalarlas, pues como que no, pero sí te deja deshabilitarlas, que, a efectos de uso, es lo mismo. Un minipunto para el Moto G. Desconozco si en versiones anteriores de Android se podía, pero en mi Galaxy Mini te tocaba apechugar con las aplicaciones de serie que no querías ni usabas o rootear el aparato y cargértelas (aún a riesgo de cargarte el móvil), así que para mí es todo un avance.

Llegando ya al final, me toca hablar de la pantalla. Por ahora parece soportar bien los pocos gráficos que le he metido y la letra es muy clara. Lo cierto es que la resolución está muy bien (superior al S4 Mini de Samsung) aunque sigue usando tecnología TFT en lugar de AMOLED, que supuestamente hace la imagen más nítida y daña menos los ojos. Volviendo a la pantalla del Moto G, sé que aún no le he metido caña, pero por ahora pinta maneras.

Puntos negativos:
1. No trae cargador de red. Si no es tu primer smartphone da un poco igual porque el cargador del viejo te vale, pero como lo sea... o te aguantas o te toca comprar uno.
2. El almacenamiento no es ampliable vía tarjeta SD. Y esto lo matizo. Mi modelo no tiene ranura para microSD, pero Motorola ha sacado una versión de este teléfono, Moto G LTE, que sí tiene. De todas formas, a mí con 5,1 GB de almacenamiento me sobra, pero eso depende de cada uno.
3. La batería no es extraíble. Esto de buenas a primeras puede dar igual, pero cuando llegue ese momento que se pone tonto y que no responde a nada y la única solución para reiniciar es sacar la batería (y sí, ya sé que hacer eso no es bueno)... pues tocará esperar a que se le pase la tontería.
4. Los botones de menú son totalmente digitales. Esto es cosa mía totalmente y sé que tiene su razón de ser que sean así, pero no sé, los botones físicos tienen su cosa.
5. Pues... esto... no se me ocurren más.

Los Puntos positivos son muchos a simple vista, pero necesito trastear un poco con el cacharro antes de enumerarlos.

Este es mi análisis de primeras impresiones sobre este móvil. Sé que me quedan muchas cosas por probar como meterle gráficos interesantes a la pantalla o poner a prueba la capacidad de procesamiento del dispositivo, pero eso no es exactamente una primera impresión. Dentro de un mes, mes y medio, haré un examen más exaustivo de esas cosillas y ya diré si lo recomiendo o no.

Espero que os haya gustado esta entrada y si queréis que haga una revisión de mi experiencia con el Samsung Galaxy Mini hacédmelo saber.

Un saludo.

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